¿MI AMADA JERUSALEN POR QUÉ LLORAS?

1.- Mi amada Jerusalén:

¿Por qué lloras?    ¿A quién temes?

¿Quiénes son tus enemigos?

¿Tienes amigos?

Ayer: ¿Quién te libró?

Mañana: ¿Quién peleará por ti?

2.- Mi amada Jerusalén:

¿Si el Eterno es tu origen, Por qué lloras?

3.- Mi amada Jerusalén:

¿Si en ti está puesta la mirada del Eterno,

Por qué lloras?

4.- Mi amada Jerusalén:

¿Si el Eterno pactó con nuestro padre Abraham,

Por qué lloras?

5.- Mi amada Jerusalén:

Yo sé que hay justos en nuestro hogar (Israel)

Estos justos son columna de mármol ante El.

¿Por qué lloras?

6.- Mi amada Jerusalén:

¿Si el Eterno fue fiel a nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, por qué lloras?

7.- Mi amada Jerusalén:

¿Si el Eterno fue fiel y cumplió con las promesas a los patriarcas y profetas, por qué lloras?

8.- Mi amada Jerusalén:

¿Dime, el Eterno abandonó a alguno de los patriarcas o profetas, aún habiéndolo ofendido?

¿Por qué lloras?

9.- Mi amada Jerusalén:

¿Quién es más fuerte?

El puño del hombre es polvo y sombra, nada más, pero el puño del Eterno es fuerte y pesa.

¿Por qué lloras?

10.- Mi amada Jerusalén:

¿Cuál es la nación y ciudad a la que el Eterno ha bendecido tanto?

¿Por qué lloras?

11.- Mi amada Jerusalén:

¿Cuál es el precio que han pagado y pagarán los enemigos de la Nación y Ciudad Santa del Eterno?

¡Ahí está la bendita historia que lo confirma!

¿Por qué lloras?

12.- Mi amada Jerusalén:

Respóndeme:

¿A qué nación o pueblo el Eterno le ha prometido tanto y no ha cumplido sus  promesas?

¿Por qué lloras?

13.- Mi amada Jerusalén:

¿A qué pueblo o nación el Eterno ha  castigado tanto por la rebeldía y  que El guardara rencor por siempre?

¿Por qué lloras?

14.- Mi amada Jerusalén:

Respóndeme:

¿Qué rey, mandatario o nación se ha reído de ti,

¡Oh Jerusalén!?

¿Si el poder del Eterno está sobre ti,

qué será de los que luchan contra ti?

¿Dime?

Mi amada Jerusalén:

¿A qué pueblo o nación el Eterno le dio su propia cultura  y educación?

Te olvidas, mi amada Jerusalén, que fue de tus entrañas  de donde salió la redención para la humanidad.

¡Oh Jerusalén, que eres el reloj del Eterno y que solo El lo tiene en su mano y jamás hombre alguno con su “ciencia y sabiduría” le podrá cambiar la hora!

Hora que esperan llegue únicamente los grandes santos del Eterno que aún viven entre nosotros.

Hora amarga y triste para los enemigos de ti,

¡Oh Jerusalén!

Hora que solo los malvados no cree que llegará. 

Pero,

¡Tú, oh Jerusalén, como el relámpago darás la hora última por orden del Eterno y así solo los santos danzarán de felicidad y tus enemigos y falsos “amigos” como escoria perecerán!

¿Por qué lloras?

15.- Mi amada Jerusalén:

Si siendo descendientes de nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob algunos te somos desobedientes y te escandalizamos con nuestra conducta, contraria a la ley y estatutos del Eterno; perdónanos.

 16.- Mi amada Jerusalén:

Haz que tus hijos seamos ejemplo entre los incrédulos y así honremos la fe de nuestros padres.

No llores, mi amada Jerusalén, por darte la espalda

Cuando nos pides fidelidad al Eterno y a ti.

LA NUEVA JERUSALEN!!

17.- Mi amada Jerusalén:

Danos la fortaleza para decir:

Todo, cuanto somos, nos das y tenemos es tuyo,  porque cuanto tú eres y tienes es del  Eterno y todos nosotros como descendientes de Abraham somos en ti,

¡Oh Jerusalén!. Tú en nosotros y así somos el hogar del Eterno.

¿Por qué lloras, si el Eterno fundó nuestro hogar: somos  su propiedad?

¿Quién podrá destruir o hurtar la propiedad del Eterno?

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