PERSECUSIÓN AL EXTREMO
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Católicos mexicanos de Los Llanos golpearon, rociaron de gasolina y amenazaron quemar a un grupo de indígenas evangélicos que querían regresar a su tierra de la que fueron expulsados por su fe.
26 DE JUNIO DE 2013, MÉXICO
Cuatro familias llevan desplazados tres años y medio, alojados en una casa en San Cristóbal de las Casas que les concedió el gobierno estatal, a unos 20 kms de Los Llanos (municipio del estado de Chiapas) desde que se les expulsase de esta ciudad donde residían.
Los 31 indígenas protestantes (entre ellos mujeres y niños) fueron expulsados por profesar una religión distinta a la católica el 10 de enero de 2010, cuando sus viviendas fueron incendiadas y todas sus pertenencias destruidas.Desde entonces los evangélicos viven hacinados en una casa de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, a la espera de que el Gobierno intervenga para poder regresar.
Hace unos días decidieron volver a Los Llanos ante la evidencia de la pasividad de las autoridades para negociar el regreso a sus hogares, el deseo de volver a su tierra y el alto coste económico de vivir en el exilio, demasiado para ellos.
A PEDRADASPobladores del lugar, simpatizantes y reporteros que acompañaban al grupo explicaron que a menos de un kilómetro de la comunidad, ubicada en la zona boscosa de la región de Los Altos de Chiapas, un grupo de católicos rodeó por sorpresa a los evangélicos y colocó vehículos en el camino para impedir que continuaran.
De acuerdo con los reporteros, los católicos arremetieron contra los evangélicos y a gritos y pedradas obligaron a marcharse a quienes los acompañaban, incluyendo a los conductores de los vehículos que los transportaban junto con sus pertenencias. Los evangélicos no opusieron resistencia.
Con ellos estaban Esdras Alonso González, pastor y dirigente de la ONG Alas de Aguila, y el representante de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas (Opeach), Manuel Collazo, que les acompañaban. Ambos líderes evangélicos fueron también golpeados por los pobladores católicos.
ROCIADOS DE GASOLINA: “OS VAMOS A QUEMAR”Alonso González y Collazo Gómez, este último tzotzil al igual que los habitantes de Los Llanos, “fueron amarrados, golpeados, obligados a caminar descalzos durante un kilómetro, desvestidos y luego, atados de pies y manos, rociados con gasolina en medio de gritos de que serían quemados” relatan fuentes consultadas por La Jornada.
Los dos permanecieron separados del resto del grupo, tirados junto a un árbol, hasta que cuatro horas después fueron llevados al centro del poblado con los demás protestantes y rodeados por cientos de habitantes que los injuriaban.
LA TIBIA REACCIÓN OFICIALA las 2 horas aproximadamente llegó a Los Llanos el subsecretario de gobierno y derechos humanos, Mario Carlos Culebro Velasco, y una hora y media después se concretó la liberación, luego de la firma de un acuerdo en el que los católicos tradicionalistas exigieron que se dejase constancia de que no golpearon ni trataron mal a los retenidos; que no se pagó cantidad alguna por su rescate y que los agraviados desistirán de demandarlos penalmente, entre otros puntos.
La Coordinación de Organizaciones Cristianas informó que son al menos 21 comunidades que presentan conflictos religiosos en Chiapas, y en algunos casos las familias evangélicas llevan cerca de cuatro años fuera de sus hogares.
En una carta enviada hoy al gobernador Manuel Velasco Coello, la agrupación expresa su “preocupación por el aumento en los últimos años de los casos de intolerancia religiosa en Chiapas sin que algún funcionario público haya tomado en serio esta problemática que lastima de manera considerable a la sociedad”.
Los 31 indígenas protestantes (entre ellos mujeres y niños) fueron expulsados por profesar una religión distinta a la católica el 10 de enero de 2010, cuando sus viviendas fueron incendiadas y todas sus pertenencias destruidas.Desde entonces los evangélicos viven hacinados en una casa de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, a la espera de que el Gobierno intervenga para poder regresar.
Hace unos días decidieron volver a Los Llanos ante la evidencia de la pasividad de las autoridades para negociar el regreso a sus hogares, el deseo de volver a su tierra y el alto coste económico de vivir en el exilio, demasiado para ellos.
A PEDRADASPobladores del lugar, simpatizantes y reporteros que acompañaban al grupo explicaron que a menos de un kilómetro de la comunidad, ubicada en la zona boscosa de la región de Los Altos de Chiapas, un grupo de católicos rodeó por sorpresa a los evangélicos y colocó vehículos en el camino para impedir que continuaran.
De acuerdo con los reporteros, los católicos arremetieron contra los evangélicos y a gritos y pedradas obligaron a marcharse a quienes los acompañaban, incluyendo a los conductores de los vehículos que los transportaban junto con sus pertenencias. Los evangélicos no opusieron resistencia.
Con ellos estaban Esdras Alonso González, pastor y dirigente de la ONG Alas de Aguila, y el representante de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas (Opeach), Manuel Collazo, que les acompañaban. Ambos líderes evangélicos fueron también golpeados por los pobladores católicos.
ROCIADOS DE GASOLINA: “OS VAMOS A QUEMAR”Alonso González y Collazo Gómez, este último tzotzil al igual que los habitantes de Los Llanos, “fueron amarrados, golpeados, obligados a caminar descalzos durante un kilómetro, desvestidos y luego, atados de pies y manos, rociados con gasolina en medio de gritos de que serían quemados” relatan fuentes consultadas por La Jornada.
Los dos permanecieron separados del resto del grupo, tirados junto a un árbol, hasta que cuatro horas después fueron llevados al centro del poblado con los demás protestantes y rodeados por cientos de habitantes que los injuriaban.
LA TIBIA REACCIÓN OFICIALA las 2 horas aproximadamente llegó a Los Llanos el subsecretario de gobierno y derechos humanos, Mario Carlos Culebro Velasco, y una hora y media después se concretó la liberación, luego de la firma de un acuerdo en el que los católicos tradicionalistas exigieron que se dejase constancia de que no golpearon ni trataron mal a los retenidos; que no se pagó cantidad alguna por su rescate y que los agraviados desistirán de demandarlos penalmente, entre otros puntos.
La Coordinación de Organizaciones Cristianas informó que son al menos 21 comunidades que presentan conflictos religiosos en Chiapas, y en algunos casos las familias evangélicas llevan cerca de cuatro años fuera de sus hogares.
En una carta enviada hoy al gobernador Manuel Velasco Coello, la agrupación expresa su “preocupación por el aumento en los últimos años de los casos de intolerancia religiosa en Chiapas sin que algún funcionario público haya tomado en serio esta problemática que lastima de manera considerable a la sociedad”.
Fuentes: Efe, La Jornada / Protestante Digital 2013 / Editado MCVI
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